¿Qué difícil decidir, no? Decidir entre dos opciones las
cuales poseen “argumentos irrefutables” que la defienden. Pues bien, yo, desde
pequeño, he sido instruido en la fe católica. He sido bautizado, he hecho la
comunión y hace relativamente poco me confirmé, pero solo hice una de estas
tres cosas conscientemente, la confirmación. Cuando me empecé a preparar para
confirmarme considero que aun no era completamente consciente (ni lo soy ahora)
de mis actos, y, junto con la influencia de mis padres, fui feliz a
confirmación. Sin embargo, cada día que pasaba, cada clase de confirmación,
cada texto de la Biblia que leíamos, mi fe iba decreciendo, puesto que no les
encontraba sentido, y me empecé a preguntar por qué creía en esto desde
pequeño. ¿Por qué acabé confirmándome después de esto? Sinceramente no lo sé;
posiblemente fuera que había estado dos años preparándome y que también se
confirmaban mis compañeros. Actualmente toco también en el coro de mi
parroquia, pero lo veo más como un compromiso que hice y como un entretenimiento,
y no como una labor por amor a Dios.
Después de haber escuchado mi historia, os ofrezco mi
opinión sobre todo ello. Nada más nacer ya empiezas ligado a la Iglesia, te bautizan.
Si tus padres son practicantes, todos los domingos y fiestas de precepto estas
yendo a misa. Más tarde, te apuntan a preparación para la comunión y la haces.
Todo esto sin llegar a ser consciente de ello, pero va dejando mella en ti.
Cuando realmente eres consciente, es difícil decidir, puesto que tienes que
elegir entre rechazar lo que llevas “creyendo” durante tantos años o seguir
creyendo en ello. No sé si vuestra experiencia habrá sido parecida o
radicalmente diferente, pero para mí ha sido así.
Respecto a lo que creo actualmente, me estoy empezando a
decantar por el materialismo y el caso de Gage, puesto que me parece la
explicación más racional de las que existen y responde gran parte de las
preguntas que me hago sobre la mente y la vida.